Gente Impresentable

Hoy he soñado contigo. Me he despetado y el sueño se mantenía de forma nítida en mi memoria, como si fuese un recuerdo… Que digo yo que qué más dará la diferencia, si los recuerdos son pasados, y el pasado ya no existe…
Estabas sentado, sonriente, y entonces yo te veía y sonreía feliz: Que ganas tenía ya de verte.
Me dabas un abrazo, que bien saben tus abrazos, porque los das con ganas, y aprietas, y te siento cerca.
Y entonces me besabas. Besas bien hasta en sueños.
¿Te acuerdas la primera vez que nos besamos? Seguramente no, porque ibas muy borracho, y yo no quería besarte por ese motivo, pero la carne es débil… Y también guardo amargo el recuerdo de la última vez que me dieron ganas de besarte. La gente tendría que aprender a pedir aquello que quiere con mayor facilidad, que miedo nos dan los noes…
Entonces me he despertado, y era bien temprano. Que rabia dan esos sueños en los que te despiertas y piensas “que bien que estaba yo dormidita”  Y no que ahora pienso que era todo producto de mis mundos oníricos… Que mala suerte. Bueno, en la vida real también…
Me he despertado con ganas de llamarte
Con ganas de escribirte esto… De decirte que es para ti…
Y que tengo muchas ganas de verte…
Pero no sé si es real.


La invasión de los ultracuerpos

 El otro día estaba viendo esta película horrible de serie B, llegué a una conclusión, después de observar durante mucho tiempo el mundo que me rodea, y en conjunto con esta película, y ahora lo tengo claro: Nos han invadido. Si, si, como en esa película asquerosa, los extraterrestres se han ido apoderando de la humanidad. No hay otra forma de explicarme las cosas que están pasando. Al menos no quiero pensar que la misma mano que firma una transacción para joder a media Europa, es de mi especie. Que las manos que conceden créditos para museos de pseudociencias (si llegan a eso) mientras el presupuesto para I+D es una mierda… no son de este planeta, son extraterrestres fijo, que están deslumbrados por los souvenir baratos del planeta tierra, como los turistas cutrones que van a ver el museo de los leprechauns a Dublín, porque si no, no me lo explico.
¿Y los jóvenes que van en masa a ver al papa, y aprueban encantados el dinero que cuesta que este venga a España, mientras en el cuerno de África la gente se muere de hambre? Son humanos? Espero que no. Y ese santo padre, ¿no tiene nada que decir? No será de aquí.
¿Y las personas egoístas que salen a la calle para protestar por cosas que hacen felices a otras personas? ¿Pero en cambio se quedan sentados a la hora de reivindicar sus derechos? Esos son a los que más se les nota que no son de aquí, que vienen nada más que a malmeter y luego se iran a sus planetas cuando la cosa se ponga chunga, esta claro.

Hoy el sabor a lo que me recuerda todo esto es... 



 a nada.


Diálogos socráticos en la hora de la siesta


-Mira lo que pone aquí, que Kant preparaba siempre la mostaza para cuando tenia invitados.
-Deja de leer esas tonterías, que seguro no es lo que te tienes que estudiar.
-Yo no podría cenar con Kant, odio la mostaza, y sobre todo si es casera… como si la vida no fuese suficientemente amarga. Y encima seguro que el tío era un estirado y si le rechazabas la mostaza se ofendía.
-No creo que sea muy relevante para tu trabajo lo que comía Kant.
-Seguro que si. Tanto amargor genera mucho acido, y eso le crearía una ulcera. Pobre hombre, feo y enfermo. Seguro que no era solo dolor tantálico lo que padecía.
Un día, si os hacéis famosos, escribiré un libro sobre vuestros habitos culinarios.
Dani es tan enfermo casi como Kant, se levanta una hora y media antes para desayunar.
Hablaré de tus cinco claras de huevos diarias, y de los bocadillos de calarames de Migué, de la extraña obsesión de Belén y el pescado, y de los empachos de tostadas con tomate y roquefort de Tere y mios… Y contaré aquel día que fui a tutoría del profesor de Antigua.
- ¿Qué te pasó?
-Había ido a ver mi examen suspenso, y no porque pensase que tenía más nota, si no porque no me creía que tuviese un cuatro. Así que fui a ver si me lo había puesto por pena. Y me dijo, a ver ¿Tú has estudiado para mi asignatura?  Y yo le decía que sí, pero que era mucho temario, y que no tenia habito de estudio, que yo no había hecho bachillerato, y me faltaba base (Yo dando pena) Y me pregunto que cómo había entrado a la universidad, le dije que por el grado superior, y me preguntó que de qué era el grado. Mira, cuando le dije que era cocinera, se sonrió y me preguntó ¿Y tú sabes hacer tocino de cielo? Me tuve que reír, entre su cara de ilusión, y el recuerdo de la semana que me pase con mi jefe buscando el tiempo de horneado perfecto para el tocino de cielo. Y cuando ya se puso a explicarme que él había aprendido a hacer un bizcocho, porque no le gustaba los de las tiendas, que gracia. Y mientras hablaba yo pensaba en el surrealismo de la situación.
- Ea, ya sabes lo que tienes que hacer para aprobar. Jaja.
- ¿Ves como es importante saber lo que comen los filósofos?

                                          http://www.youtube.com/watch?v=3CUxVbcZdOg

Tocino de Cielo (Más difícil que la mostaza, pero también más rico)
  • Agua 0,5L
  • Azúcar 0,5L
  • Yemas 10 unidades
  • Huevos 4 unidades
Elaboración
  1. Precalentar el horno a 175º
  2. Preparamos un almíbar con el agua y el azúcar. El que sea valiente que moje un poco el dedo, y si cuando juntas los dos dedos mojados en almíbar (y quemados) y después de separarlos despacio, se forma un hilillo, es que esta listo el almíbar. No hay que pasarse de 130º, pero dudo que tengáis termómetro en vuestra casa. Confió en vuestra suerte.
  3. Batir bien las yemas y los huevos, muy muy bien, ¿eh? Mientras vamos dejando que el almíbar se enfrié un poco, porque si no... se cortara la elaboración cuando agreguemos el almíbar, igualmente esto es posible que pase.Muy posible, ya que la yema coagula a 70º y el almíbar se lo añadiremos a una temperatura superior.
  4. Ir añadiendo el almíbar a las yemas y huevos batidos, poco a poco, y batiendo muy bien con la varilla.(vamos, rapidito es a lo que yo llamo "muy bien")
  5. Rellenar un molde liso, y cubrir con papel film bien. Así la capa superior no nos sabrá a tortilla francesa con azúcar, y la cocción será mas homogénea.
  6. Meter en el horno a 175º durante 45 minutos... más o menos (¿habeis leído lo que he escrito sobre la semana que estuvimos buscando el tiempo idóneo de cocción del tocino de cielo? pues este problema surge de que no todas las yemas pesan lo mismo, y como la pastelería es tan precisa es difícil encontrar los gramos exactos de yema que se necesita. Como mucho puede que si os pasáis de tiempo este un poco más cocido, pero si no eres un enfermo de la cocina como mi exjefe... no pasa nada)



No me lo advirtieron los dados

Lo vi y pensé "Para mí"
Y tras una noche de conversaciones, tras una partida de rol, y chistes varios. Llegó la espera en la parada de taxis.
- ¿Has visto Trainspotting? 
- No.
- Bueno, lo que intento decirte es que no voy a dejar pasar ningún taxi más, en el próximo me iré, y si no me acompañas quizás no volveremos a vernos...


Y fue para mí.


Pero la vida se tuerce. Y si aveces es difícil, y además te equivocas haciendo previsiones sobre lo que uno hace consigo mismo... Nada hay de raro, ni nada hay de malo, en que fallen cuando las predicciones son para dos.
Bueno, esta el dolor.
Ese dolor... que es físico. La gente piensa que no, yo pensaba que no. Que era una metáfora de saldo para expresar ese sufrimiento.
Pero no. Es real. Es como si de pronto se abriese un hueco en tu interior, y un torbellino pasara a través de el, removiéndolo todo a su paso, descolocándote el interior por completo. Haciendo que colisionen entre sí el pasado, el presente y el futuro... Y entonces se derrumban. La realidad deja de existir por unos instantes, o almenos es lo que quisieras.
Al día siguiente, con un dolor de cabeza horrible, coges el teléfono...

- Ayer tuve un sueño horrible. ¿Fue un sueño, verdad?
-... No




Pero... http://www.youtube.com/watch?v=MMShz_06-MM


Ensalada de Naranja y Zanahoria.

  •  1 naranja
  •  1 paquete de zanahorias cortada a tiras de los del mercadona, también se pueden rallar (en el modo más grueso posible) un par de zanahorias, pero queda más presentable la primera opción, aunque sea muy grueso esta rico.
  • 30 gr de uvas pasas. Un puñadito más o menos, según nos guste más.
  • Sal.
  • Aceite de oliva.
Elaboración:
  1. Si las zanahorias son de paquete... volcar medio paquete en un bol, fácil, eh? Si son enteras, pues rallarlas. Que queden gruesas, o nos tendremos que comer la ensalada con cuchara.
  2. Pelar la naranja, y separar los gajos a vivo (es decir, pelarlos si que quede piel blanca) Se reserva un poco de zumo de la naranja, y los gajos se pican medianos y se añade con la zanahoria al bol.
  3. Añadir las uvas pasas.
  4. Hacemos una vinagreta, la base ácida será el zumo de naranja que hemos reservado, lo mezclamos con aceite de oliva en proporción 1 de zumo y 3 de aceite, pero como el zumo es más suave que el vinagre podemos poner 2 de zumo.
  5. Añadimos la sal a la vinagreta y condimentamos la ensalada...
Sencilla pero rica ^^





Crema de coliflor para Universitarios de Nivel 1

Este año ha sido mi primer año como universitaria, y más que eso, al fin estudiaba aquello que cuando tenia 17 años decía que estudiaría. Aunque luego mi camino se desvió un poco… bastante.
Ha llovido mucho, y llegado el momento, poca gente me apoyaba ó tomaba en serio, y menos aun contaban con que me fuese a ir bien el curso tras mi pasado académico: No acabar el bachillerato, y hacer formación profesional. El comentario de “Tú te crees que la Universidad es como eso que estudiabas, y no, eh??” Lo he tenido que escuchar en sus diferentes variables.
Pero en fin, la cuestión es que entre la oscuridad, tenia un rayito de luz que me hablaba de mi carrera de esa forma especial, que solo la gente que ama verdaderamente algo, lo hace. Y esos sentimientos me los trasmitía de una forma tan especial que reforzaba aquello que yo había decidido, y con más ilusión emprendía el camino en el que ahora estoy.
Así transcurrieron mis primeros meses de clase, entre clases interesantes y consejos sabios, con duros momentos, ya que el cambio de habitos, de gente,de ciudad, de costumbres se me hacia difícil, y me planteaba dudas ¿realmente estoy en mi camino? ¿no debería haber seguido en mi ciudad, en mi trabajo, en mis aficiones? Y entonces aprendía algo nuevo, o mi amigo me decía algo que me hacia decirme a mi misma: Si, estoy en el camino, quiero ver que hay al final de el.
Recuerdo una semana de conferencias, en las que mi amigo se quedaba en la Universidad, y yo también para estudiar. Hicimos trato, yo cocino y almorzamos juntos.
De esa semana guardo un buenisimo recuerdo, de los ratos charlando, conociendo un poquito más a una persona maravillosa y peculiar. Y de mis primeras horas en la biblioteca, rebuscando entre libros, descubriendo cosas nuevas… Ya estaba dejando la fase de enamoramiento hacia mi carrera, y estaba empezando a entrar en la fase de quererla, como esas relaciones que son intensas a pesar del tiempo transcurrido.
Fue el inicio de un año extraño, en el que, aparte de conocer a muchas personas encantadoras, me he conocido un poco más a mi…
Durante una semana yo cocinaba, y juntos comíamos en nuestra facultad…Y hablando de facultad, la que tengo yo para hacer que las comidas aparenten ser repugnantes a la hora de meterlas en un tuper. Aunque estuviesen deliciosas, eso si,  así fue como conseguí convencer con mi crema de coliflor:

Crema de coliflor.

He de admitir ya, que fuera de la pastelería, uso mucho el ojímetro, ya que la cocina es así, un poco de esto y un poco de aquello, en pastelería las medidas necesariamente sí que tienen que ser exactas. Pero en este tipo de platos nos podemos tomar más libertades.

  • Una coliflor, o media si es muy grande. Unos 500gr. Aprox
  • Dos zanahorias, 150gr aprox.
  • Un par de patatas pequeñas. 150gr aprox.
  • Sal y pimienta (blanca, que es la que mejor queda con las elaboraciones con leche)
  • Una caja de quesitos tipo el caserio, pero de la marca que querais.
  • Leche, un cuarto de litro. (un vaso)
  • Agua.
  • Un puerro, pequeño, que hay puerros enormes!! Unos 100gr.
  • Aceite de oliva.

Elaboración

  1. En la olla que vayamos a usar, la cual debe ser pequeña, las verduras no deben nadar ampliamente por ella, tenerlo en cuenta. Ponemos el aceite al fuego y añadimos el puerro cortado en brunoise (para que se cocine antes) Lo pochamos, y cuando este pochado subimos el fuego para que coja un poco de color. Retiramos del fuego.
  2. Para que la coliflor se cocine bien, separamos las ramificaciones, y las echamos a la misma olla donde esta el puerro cocinado. Coceremos en ella la coliflor con el resto de verduras, y usaremos el caldo. Si echamos demasiado liquido no nos quedara cremosa. 
  3. Pelamos y troceamos las patatas y las zanahorias. Las añadimos a la olla con la coliflor.
  4. Añadimos el vaso de leche y terminamos de cubrir con agua. Recordar, que la olla no sea muy grande, si no necesitaremos mucho agua para cubrir… y saldrá mal. (Me repito, pero es que es importante)
  5. Ponemos a hervir.
  6. La sal no se echa hasta que no este terminada la cocción, ya que al reducir el agua nos puede quedar salada la elaboración, así que ojo! Igualmente tapamos para que no se pierda mucho liquido, y esperamos a que las verduras estén blandas.
  7. Retirar del fuego, añadir 5 quesitos y batir. Si nos gusta más intenso podemos añadir un par más.
  8. Rectificar de sal y pimienta.Y pasar otra vez la batidora para mezclar bien.
He tenido un buen ejemplo ^^  http://www.youtube.com/watch?v=muMcWMKPEWQ





CAFETERÍA AMÉRICA

Cuando era pequeña dos veces al año, mi madre y yo (mi padre trabajaba y raras veces nos podía llevar) cogíamos el bus de las 6:30 de la mañana en dirección a Córdoba, aun estaba oscuro y yo me dormía siempre sobre el hombro de mi madre, que me despertaba al pasar por el toro de osborne que te indicaba que entrabas en Córdoba mientras el cielo se iba tiñendo de cían.
Entonces la estación de autobuses era un sitio bastante tétrico y oscuro, sacado de cualquier película española de los años del franquismo.Estaba relativamente cerca del medico, al que íbamos andando, y después de largo rato en la sala de espera, en el cual yo siempre hacia algo por lo que ser regañada una y otra vez, entrabamos en el medico, que me ponía sobre ese cristal frió que tienen para confirmar que si, que mis pies son irremediablemente planos.
Lo mejor venia después, después incluso de que la de la ortopedia de al lado me entintara los pies... íbamos a desayunar churros!!! y a mi eso me encantaba, aveces, si íbamos a Galerías Preciados, también comíamos allí, en la cafetería América. Y después nos volvíamos al pueblo. Como yo era pequeña todo era grande para mi,incluso los viajes en bus.
Un día mi hermano tuvo que llevarme al medico, mis padres trabajaban los dos. Y después del medico me llevo a desayunar churros, después seguimos calle abajo, para emprender el camino seguramente a la corredera donde iría a ver tiendas de libros de segunda mano en las cuales las paredes solo se intuían, pues al pasar por un escaparate vi un dulce, de esos largos hechos con pasta choux que están rellenos de nata. Recuerdo que me lo compró, y después me pregunto que si aun quería otro.
Días mas tarde se lo conté a mi madre, que se rió y me dijo "yo nunca le dejaba repetir dulces, pobre, quiso que a ti no te pasara lo mismo"
Hoy día paso por esa calle todos los días, y siempre lo recuerdo, y me dan ganas de comer allí con mi madre y mi hermana,con ese camarero perpetuo. Ya no existe esa estación de autobuses, que en realidad mi memoria infantil no sabe ubicar. Los trayectos en autobús son extrañamente cortos, galerías preciados se convirtió hace mucho en el corte ingles, la tienda de libros de segunda mano desapareció entre las muchas columnas de la corredera, y hace años que no uso plantillas ortopédicas por dejadez...
Antes la vida con poco,me parecía mucho mas mágica...
Es esa cosa de dejar la infancia atrás


http://www.youtube.com/watch?v=2FGwos_hfVE&feature=share

PASTA CHOUX 
  • 200ml agua (o 100 de leche y 100 de agua) 
  • 10gr de azúcar 
  • una pizca de sal 
  • 40gr de mantequilla 
  • 40gr de manteca de cerdo (ó los 80gr de mantequilla)
  • 125gr de harina
  • 5 huevos (uno es para pintar los profiteroles antes de hornear, además los otros 4 pueden ser relativos, ya que si los huevos son muy grandes quizás hagan falta menos, esto hay que calcularlo a ojo, con cuidado, ya que si la masa queda muy liquida no sube)

Elaboración
  1. En un cazo se coloca la leche, el azúcar, las grasas y la sal, y se lleva a ebullición. 
  2. Cuando este hirviendo se le añade la harina tamizada, y se mezcla con la varilla hasta que quede uniforme.
  3. Se cocina hasta que la masa de despegue de las paredes del cazo (Que se quede un poco seca)
  4. Se pasa la mezcla a un bol, donde iremos añadiendo los huevos uno a uno y mezclándolo todo con una cuchara de madera. La masa debe ser espesa, pero no muy liquida. Ojo! Aunque en la receta ponga 4 huevos, si con 3 hemos conseguido esto, no añadimos más, o podemos estropear la elaboración.
  5. Introducimos en una manga pastelera (las hay desechables) Y disponemos la masa sobre una bandeja con papel sulfurizado ( del que no se pega, vaya) La masa debe tener la forma del profiterol de toda la vida, demasiado grande tardará más en cocinarse y saldrá feo.
  6. Pintar cuidadosamente los profiteroles con huevo batido.
Introducir en el horno, previamente precalentado, a 200º durante 15min. Hasta que la masa coja color.

A mi me gustan rellenos de nata, pero también se pueden rellenar de crema de cacao y de crema pastelera.








LOS VAMPIROS SABEN A COCACOLA


Hoy pensaba en como pasa el tiempo de rápido. Parece que fue ayer cuando mi hermano me regaló mis primeros libros de Harry Potter, y a día de hoy voy al cine a ver la ultima película.
Pero sin duda, si hay una colección de libros que me recuerdan a mi hermano y a mi infancia, es el pequeño vampiro.
Recuerdo que cuando mi hermano estudiaba en Sevilla cada vez que venia a casa, me traía un libro, y junto con el libro una tira de caramelos de coca cola, que yo colgaba al lado de mi cama, y que tenia que administrarlos bien hasta su próxima visita.
Los caramelos iban marcando el tiempo que faltaba para que mi hermano regresara con un libro nuevo, una tira de caramelos nuevas e historias nuevas.
Parece que fue ayer… y podría ser ayer. Yo sigo esperando sus vistas, ahora más separadas en el tiempo y en el lugar. Y él sigue llegando, sin libros ni caramelos, pero cargado de historias.
Él viaja por el mundo, y a través de culturas y sabores me trae un pedacito a mí en sus regresos. Ahora las historias son reales, pero tan fantásticas o más que aquellas que me traía dentro de aquellos libros.
Mi hermano fue la persona que me enseño, que la gastronomía es una parte más que importante de la cultura de un país. Cuando yo viajaba siempre me decía “No seas cateta y no vayas al Mc Donals” y puedo decir que fue bajo su obligación que descubrí y me arriesgue con sabores, que la niña que era malísima a la hora de comer, no hubiese probado jamás. Descubrí junto a él desde los mejores sabores de mi vida (Umm, aquellas Queijadas de Sintra) hasta los peores (malditos percebes gallegos, buag).
A día de hoy, hace infinitos años que vive en Barcelona, y se ha integrado perfectamente en la cultura de esta comunidad.
Este año pasamos la navidad en Barcelona, con él, mi hermana y mis cuñados.
En Cataluña se celebra una festividad desconocida por estas tierras (soy andaluza), y es San Esteban. Tras pasar la Nochebuena en casa de mi hermana, tocaba San Esteban en casa de mi hermano.
Por la mañana acompañe a mi hermano al mercado. Me encantan los mercados de las grandes ciudades, son para mí como un parque de atracciones, hay de todo, y todo maravilloso, y mi hermano se monta casi en todas las atracciones, verlo comprar es un gusto, y es que si en casa hay un cocinero, es él.
El que más me gusta es el mercado de la Boquearía, el mercado con mas renombre, y al que todos los cocineros van como parada obligatoria si pasan por Barcelona. Pero esta vez hicimos la parada en el mercado de Sant Antoní, en el cual nos aprovisionamos para preparar la comida del día de San Esteban.



Ese día yo era el pinche y mi hermano el jefe de cocina. Como segundo plato, uno típico catalán para este día…

Canelones.

  • 600gr Carne de cerdo
  • 1 cebolla (grandecita)
  • 1 lata de paté de cerdo (de las medianas de apis, que es más suave) usaremos algo más que media.
  • Pimienta CS
  • Sal CS
  • Aceite de oliva CS
  • Vino blanco(un par de cucharadas soperas)
  • Dos paquetes de pasta para canelones.

Para la bechamel:

Podéis ser tramposos, como mi hermano, y usar maicena, yo soy una purista, y aunque me arriesgue, prefiero usar harina.

  • 60 gr. de mantequilla
  • 80 gr. de harina
  • 1 l de leche
  • Nuez moscada, sal, y pimienta blanca.
  • Queso para gratinar.

Elaboración:

  1. Picar la cebolla en brunoise (cuadraditos pequeñitos) y pochar a fuego lento en una sartén grandecita, u olla baja.
  2. Añadir la carne picada, cocinar, y añadir el vino. Esperar a que se evapore todo el alcohol.
  3. Añadir algo más de media lata de paté. (Si se añade demasiado luego el relleno queda muy ligero y se sale de la pasta, así que ojo! Nosotros tuvimos un pequeño conflictos culinario, ya que a mi hermano se le fue la mano, que no os pase)
  4.  Sal pimentar al gusto, y triturar.
  5. Cocer la pasta en abundante agua hirviendo. Las placas de pasta deben echarse al agua en pocas cantidades y asegurándonos de que no se adhieren las unas a las otras, es mejor tardar en hervirlas de esta forma, que luego tardar una eternidad en despegarlas. No os vaya a pasar como al cocinero de Rota (ya tenéis algo que buscar en youtube)
  6. Extender bien las placas sobre un paño húmedo, para evitar que se peguen.
  7. Rellenar una manga pastelera con la masa anteriormente triturada, e ir rellenando los canelones. Envolverlos e ir colocando en una bandeja ligeramente superpuestos unos sobre otros para evitar que se abran. Podéis ponerlos en placas individuales de aluminio desechables, quedan muy bien. La ración idónea por persona son 5 canelones (bien rellenitos).

Bechamel:
  1. (Limpiar la batidora que habéis usado para la masa de los canelones. Probablemente tengáis que volver a usarla.)
  2. Poner la mantequilla al fuego.
  3. Cuando este derretida añadir la harina y remover hasta que este cocinada, vamos, que se le quite el sabor a crudo que tiene la harina.
  4. Ir añadiendo la leche (que previamente habremos calentado en el microondas) Esto evitara que el contraste de frío calor forme grumos con la harina. E ir batiendo con la varilla poco a poco.
  5. Ir batiendo y añadiendo más leche hasta conseguir una crema espesa.
  6. Si quedan grumos pasar por la batidora.
  7. Rectificar de sal y pimienta, y añadir nuez moscada.

                                                                              
Para finalizar se cubren los canelones con la bechamel, se espolvorea el queso de gratinar por encima… y  al horno. Poner en grill hasta que este dorado, o poner el horno a 180º ,solo las resistencias superiores y esperar a que este doradito. Se puede tener preparado todo y hacer esto último 5min antes de servir.


SALUT I FORÇA AL CANUT





Gazpacho de mi madre contra pitagóricos

Mi familia es un tanto especial. Aveces mi madre me dice que es porque en todas las familias hay de todo, y como la nuestra es tan grande… pues hay de todo elevado a X.
Entre uno de los tesoros de mi familia, de mis favoritos es sin duda mi tío Antonio, él es artista. De pequeña siempre nos hacia dibujos a todos los sobrinos, y durante años mi hermana y yo tuvimos en la habitación unos dibujos a lapiz hechos por él.
Además de eso siempre estaba cargado de historias, algunas me dejaban sin dormir, y otras con la boca abierta. Aun hoy, eso sigue ocurriendo…
Un dia en la cocina de mi casa le dije que por qué no tomaba gazpacho (ya que el gazpacho de mi madre es el mejor gazpacho del mundo, y pobres mortales, aunque os dé la receta jamás podreis conseguir que sepa como el de ella) Pues bien, mi tio me respondió que él no podia tomar gazpacho, ya que el gazpacho de mi madre esta hecho de habas secas, y él como era pitagórico no podia tomar habas. Me quedé un poco en blanco, porque yo no tenia ni idea de quienes eran los pitagóricos, como mucho Pitágoras. Pero dos años más tarde me vi en clase de Filosofía Antigua estudiando a los pitagóricos. Al fin mis dudas iban a ser resultas.
Los pitagóricos eran bastante "especiales" No solo contaban historias subrealistas sobre Pitágoras, como aquella en la cual se le vio uno de sus muslos de oro en el circo. Si no que creían que todo estaba regido por la perfección numérica y el arte, además creían en la reencarnación y tenián ciertas reglas absurdas. Por ejemplo:
No pasar por encima de una balanza. Vale, puedo entender que era una metáfora de “no desafies la ley”
No roerte el corazon. Vale, otra metáfora…No te preocupes por lo que no tiene remedio, diría yo.
Pero lo de las habas… ¿por qué? ¡Si estan muy ricas! Dicen que tiene la forma de universo durante el caos. No me lo creo, si era el caos, el caos no tenia forma.
Que tenian la forma de los testículos de Cronos. Nunca jamás los testículos han tenido forma de habas, que he visto muchas habas.
O que era lo que se usaba para realizar las votaciones en la antigua Grecia, en cuyo caso sigo sin saber que escondia esta metáfora, y mi profesor tampoco supo explicarmelo nunca.
La cuestion es que yo sigo con el misterio de por qué los pitagoricos no comen habas, mientras mis colegas de universidad tienen una duda quizás mas profunda “¿Cómo que tu tio es pitagorico en pleno S. XXI?” 
En fin, el se lo pierde:


Gazpacho contra pitagoricos:

(la receta es la de mi madre, si quereis que os salga bien, nada de medidas profesionales: ojímetro y calculos de toda la vida)

  • 2cucharadas soperas de harina de haba seca (en el corte ingles será más facil conseguirla, eso,o secar habas y luego triturarlas, antes mi madre lo hacia)
  • 1vaso de aceite de oliva, virgen extra. Nada de aceites ligeritos de cascos, que si no no sale igual.
  • Sal al gusto.
  • Vinagre al gusto.
  • 1 ajo (en eso yo discrepo, pero la receta es de mi madre)
  • 1,5litro de agua.

Poner primero la harina, el ajo y medio litro de agua e ir añadiendo el aceite. Después se añade el resto del agua y se rectifica de sal y vinagre. Según guste más sustancioso o menos, se puede añadir más o menos agua.

¿Cómo empieza esto?

Hoy, de camino a casa, pasaba por delante de casa de mi vecina y escuchaba que le decía a su nieta "Esa niña también era muy mala para comer" Me emocioné un poquito al recordar aquellos días en los que yo era la niña que, sentada en la mecedora, intentaba zafarse de la odiosa comida. Y mira ahora... como de todo, es más, podría ir atando cada uno de mis recuerdos a un sabor diferente y así tejería una gran colcha con la que cubrir toda mi vida.
De aquella época en la que éramos seis en casa, y mis padres se iban a trabajar fuera, recuerdo el sabor de las patatas fritas, que Antonia (la vecina) me cocinaba para conseguir que comiese algo. Era sin duda mi plato favorito: huevos y patatas fritas. En mi memoria guardo junto al recuerdo de aquellos días, el olor al aceite hirviendo y todos los recovecos de aquella cocina. Algo tan simple puede atraer tantos recuerdos…
Efectivamente, de pequeña, era horrible para comer, a todos desesperaba. Desde mis padrinos cuando venían de vacaciones, a mis hermanos cuando cuidaban de mi… la cuestión es que la hora de la comida era un autentico tormento para mi, y para los que me rodeaban.
Luego fui creciendo, y así fui descubriendo otros sabores, y mundos en cada uno de ellos. Puedo incluso atribuir un sentimiento a cada uno de ellos, si estoy triste nada me reconforta más que un plato de lentejas, así de simple. Me recuerdan a mi abuela. Y su recuerdo, aunque triste, siempre es reconfortante. Aunque nunca volveré a probar las suyas, su receta. Al igual que los jardines colgantes de Babilonia es una maravilla del mundo que desapareció, y que algún día espero contarles a mis nietos que existió, mientras cocino algo que atesoren en su memoria a través de sus papilas gustativas.
Y de pronto un día, de ser la niña que odiaba la comida, pase a ser la que disfrutaba tanto con ella… que decidí ser cocinera. Pero como me gustan tanto las historias…prefiero contaros algunas